Cómo enfocar una solicitud de incapacidad

En este artículo, el Dr. Moreno Muelas nos explica qué se debe conocer para iniciar un proceso de incapacidad laboral.

La fibromialgia es una enfermedad muy prevalente. Según el estudio EPISER, afecta al 2’7% de la población, lo que en España supone la existencia de alrededor de 1.250.000 pacientes. Su sintomatología puede llegar a afectar de manera importante la capacidad para llevar adelante una vida activa y, por tanto, es también una causa frecuente de limitación de la capacidad laboral.

¿Qué deben hacer los pacientes que consideren que la gravedad de su enfermedad les impide trabajar?

En primer lugar, pueden beneficiarse de periodos de baja laboral (incapacidad temporal). La ley marca un máximo de 18 meses, prorrogables en seis más. La baja la extiende y controla el médico de familia.

Si ya ha agotado esa opción, o si tiene claro que no va a ser posible volver a trabajar y cumple con los requisitos de cotización exigidos, se inicia ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) el procedimiento de solicitud de incapacidad permanente (total para el trabajo habitual o absoluta para cualquier tipo de trabajo). Puede hacerse por varios caminos, que llevan a la correspondiente Unidad de Valoración de Incapacidades. Si la solicitud ha partido de usted, habrá de adjuntar informes de sus médicos asistenciales acerca de la situación actual, gravedad, cronicidad y respuesta al tratamiento de su enfermedad o enfermedades. Tras ello, el INSS emite una resolución aprobando o denegando la solicitud. Lo mismo sucede si ya le ha sido reconocida una incapacidad permanente y quiere revisar su grado al alza.

En caso de denegación, será necesario realizar una reclamación previa a la demanda judicial, en que se solicita al INSS que vuelva a estudiar el caso y emita un nuevo informe (en este punto ya es muy recomendable que disponga de asesoría especializada). La respuesta (que es denegatoria prácticamente siempre) supone el final de la vía administrativa y el principio de la vía judicial laboral. Ahora el INSS será una parte y usted otra, y ganará quien exponga mejores argumentos ante el tribunal. Eso sí, usted tendrá que aportar las pruebas pertinentes acerca de la gravedad de su enfermedad, ya que el juez solo condenará al INSS a pagarle una pensión de invalidez si queda claro que tiene derecho a ello, lo que hace muy recomendable una buena asesoría médico-legal.

¿Qué necesitarán en este momento?

Un abogado laboralista o un graduado social. Si bien en este tipo de reclamación judicial la asistencia legal no es obligatoria, mi consejo es que siempre cuenten con ella, ya sean de oficio, de sindicato o de práctica privada.

Un perito médico. Tampoco es obligatorio. Sin embargo, es el único profesional que puede exponer al juez los datos y argumentos por los cuales usted no puede trabajar, por lo que es muy recomendable que cuente con él. Además, en muchos juzgados el INSS presenta sus propios peritos cuya opinión, de no acudir acompañados de uno propio, será la única que escuche el tribunal.

¿Qué necesita un perito médico para realizar con garantías su labor?

En primer lugar, conocer en profundidad la patología objeto de la solicitud de invalidez. En el caso de la fibromialgia, lo ideal será contar con un reumatólogo con experiencia en valoración del daño corporal.

Dado que el principal problema al que se enfrenta un paciente afecto de fibromialgia, en una reclamación de este tipo, es que le crean, que entiendan que el dolor y la incapacidad existen, aunque no podamos medirlas con una radiografía, es muy importante que el perito sepa aplicar las herramientas de que disponemos para evaluar el daño debido a la enfermedad de la manera más objetiva posible

Para medir el impacto de la fibromialgia en la calidad de vida del paciente tenemos el cuestionario FIQ (Fibromyalgia Impact Questionnary) y el SF 36 (Short Form 36), siendo el primero el universalmente aceptado y utilizado por los reumatólogos. Para medir la capacidad funcional es recomendable el F-HAQ (Health Assessment Questionnary), también validado y de fácil aplicación. Y, como cuestionario más completo, tenemos el ICAF (Índice Combinado de Afectación en Pacientes con fibromialgia), en el que se valoran diferentes dominios (factor físico y emocional, afrontamiento activo y pasivo de la enfermedad), lo que le hace muy útil no sólo para su valoración, sino también para su seguimiento clínico y las estrategias de tratamiento. Existen otros cuestionarios que valoran patologías asociadas, como la ansiedad y la depresión.

También es muy importante disponer de informes de sus médicos asistenciales, sean de la medicina pública o la privada, en los que el perito pueda respaldar su opinión y en los que se exprese la gravedad de la enfermedad o la presencia de otras enfermedades que puedan agravar la situación clínica actual y su pronóstico. Cabe recordar que la fibromialgia presenta una fuerte asociación a reumatismos inflamatorios o enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o el síndrome de Sjögren, y también a procesos psicopatológicos, como la depresión, la ansiedad u otros.

En conclusión, si padece una fibromialgia que le impide trabajar, una vez iniciada la vía judicial ha de contar con informes de sus médicos asistenciales que expresen la gravedad de su situación clínica, ha de estar asesorado por un abogado laboralista o un graduado social y contar con un perito médico que conozca bien la enfermedad, que sepa evaluar su intensidad mediante la aplicación de los cuestionarios descritos (ya que el INSS siempre alega en los juzgados que el cuadro es subjetivo y que no existe limitación funcional) y, contando con todo ello, que sepa explicar al juez por qué usted no puede trabajar.

Dr. José Vicente Moreno Muelas

Reumatólogo

Presidente de Honor de la Sociedad Española de Reumatología

Miembro fundador del grupo de trabajo de fibromialgia de la SER (GEFISER)

Máster en Valoración del Daño Corporal

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3 Comentarios

  1. Tatiana

    Yo, ya, he perdido esperanza y Fe. Después de INSS yo todo el día estaba paralizada en urgencias, hasta que con muchos deferentes inyecciónes solo por la noche me podían poner de pie, para que me llevan a casa. En INSS con nuevas informes del reumatologo y psiquiatra me han denegado incapacidad. En día siguiente yo debería incorporarme en trabajo. Yo hablaba con el impresario de que sigo en lucha con la Seguridad social y que no quiero perjudicar a mi empresa con tantos mis problemas de salud.
    Me han despedido sin indemnización después de 11 años trabajando sin ninguna baja por salud, porque han dicho que Seguridad social me ha dado de alta.

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  2. Yolanda

    Buenos días y gracias por el artículo.

    Yo estoy preparando la solicitud de la minusvalía, estoy en paro y cada día más incapacitada tanto física como mentalmente, los problemas cognitivos me limitan en demasiadas ocasiones.

    Apenas estoy comenzando, es el primer trámite en cuanto a mis limitaciones que hago, pero me viene genial tu información.

    Un abrazo

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    • gloria

      A mí me han otorgado el 33? de incapacidad. No vale para mucho pero es un gran paso. Ha sido a la segunda y ha influido bastante el ir a psicología y psiquiatría, también la unidad del dolor. Te lo recomiendo. La primera vez.me.dieron el.14? y después de dos años ya el 33? pero también estoy como tú imposibilitada para hacer cualquier tipo de trabajo. Por mucho que me gustaría. Suerte!

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