¿Por qué resultan tan incómodas las pacientes con fibromialgia para los médicos?

Esta pregunta llevo haciéndomela muchos años y todavía no estoy seguro de poder responderla correctamente, pero vamos a intentarlo.

Es cierto que a los médicos nos puede parecer más o menos agradable atender a un paciente o a otro, pero por ética profesional debemos atender a todos de la mejor manera que sepamos, y no debería ocurrir que la fibromialgia resulte siempre tan incómoda de tratar hasta el punto de no querer atender a estas pacientes: hay algo que falla. Creo que es honesto analizar las causas de esta situación para poder ofrecer a estas pacientes la atención correcta que precisan.

En primer lugar, me gustaría contar un trabajo reciente que hicimos sobre las recomendaciones para el tratamiento de la fibromialgia en donde detectamos que entre los médicos existe un desconocimiento bastante importante sobre esta enfermedad, probablemente en el contexto de una falta de formación adecuada en las Facultades de Medicina, así como por la ausencia de cursos de formación continuada específicos que enseñen los avances que se han realizado en los últimos años sobre esta enfermedad.

Esta falta de conocimiento es el factor más decisivo en la incorrecta atención a estas pacientes porque conduce a lo que más asusta a un médico: no saber cómo tratar a un paciente.

A su vez, si los médicos no saben cómo tratar a sus pacientes, ¿cómo van a orientar a los responsables de la Administración sanitaria a elaborar planes de atención para esta enfermedad? Desgraciadamente, la falta de compromiso por parte de la Administración para ofrecer una adecuada atención a la fibromialgia ha sido siempre proverbial y, con honrosas excepciones, nunca se han diseñado planes para mejorar su atención y sin ellos es muy difícil ofrecer una asistencia sanitaria adecuada.

Desde hace tiempo sabemos que en los pacientes con fibromialgia se utiliza un innecesario número de recursos sanitarios con el consiguiente coste económico asociado que convierte a esta enfermedad en la segunda enfermedad reumática con mayor gasto sanitario. Aunque sólo fuera por esto, a la Administración le debería preocupar gestionar bien nuestros recursos económicos y dar la mejor solución posible a estos pacientes.

Es cierto que las pacientes con fibromialgia demandan un excesivo número de exploraciones, análisis y consultas ocasionando la consiguiente incomodidad a los médicos que las tratan.  Esto, también está relacionado con lo anterior, porque si a los pacientes se les diera una explicación satisfactoria de lo que les está pasando no exigirían pruebas para hacer el diagnóstico. Es evidente que para que esto ocurra el médico debe sentirse seguro de lo que hace y conocer bien la enfermedad para poder dar estas explicaciones necesarias en lugar de solicitar innumerables pruebas diagnósticas.

Las alteraciones hormonales que acompañan a la menopausia, situación en la que se encuentran buena parte de las pacientes con fibromialgia, no favorece en nada la relación con el médico. En esta etapa de la vida la mujer no se encuentra bien y esto se traduce con frecuencia en una relación complicada con el medio que las rodea. Si a esta situación le añadimos el malestar que produce la enfermedad tenemos el cóctel perfecto para que la atención de la fibromialgia resulte incómoda para ambos, la propia paciente y el médico que la trata.

El catastrofismo y el alarmismo con el que algunos pacientes viven lo que les está ocurriendo es otra fuente importante de conflicto ya que las expectativas del paciente y las del médico no coinciden y ocasionan una gran insatisfacción en los pacientes cuando sus expectativas no se ven cumplidas. Esta situación se traduce en una excesiva exigencia hacia los médicos, algo que claramente resulta incómoda para estos últimos.

No quiero dejar de mencionar algo que desgraciadamente está presente en muchos aspectos de nuestra sociedad y consiste en el sesgo de género por el hecho de ser mujer. Se podría pensar que esto no ocurre en la práctica de la Medicina, pero lo cierto es que varias sociedades científicas, conscientes de esta realidad, están desarrollando lo que se ha dado en llamar el Observatorio de la Mujer para eliminar este sesgo tanto de la práctica clínica hacia las pacientes, como también en las relaciones entre los propios profesionales donde las médicas se encuentran relegadas a un segundo plano en muchos aspectos de la vida profesional con respecto a sus compañeros varones. Este sesgo de género perjudica siempre a la mujer y cuando ésta exige un trato igualitario incomoda al médico con su actitud.

Por último, se escucha con frecuencia decir a algunos especialistas que la fibromialgia no entra dentro de su especialidad. También me he preguntado qué significa esta frase porque, por ejemplo, en Reumatología, en muchas de las enfermedades que tratamos podríamos plantearnos la misma duda y sin embargo las tratamos sin problema como si fueran propias de nuestra especialidad. Véase el caso de la artropatía psoriásica, que podría entrar dentro de la especialidad de Dermatología; o el lupus eritematoso, que es una enfermedad sistémica en la que muchos pacientes presentan graves problemas infecciosos, renales o cardiovasculares entrando claramente dentro del campo de otras especialidades y sin embargo los tratamos los reumatólogos.

La frontera de cualquier enfermedad no la debe establecer el médico, sino el hecho de cual es el especialista que está en disposición de tratarla mejor, o bien del sentido común del paciente que recurre a quien cree que le puede resolver mejor su problema.

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4 Comentarios

  1. Alfredo

    La fibromialgia también afecta a hombres, aunque es cierto, que un número muy inferior que a las mujeres, pudiendo expresarse entre un 80% mujer 20% hombre, aproximadamente.
    El artículo está bien expresado en femenino y hablar de la mujer, pero además de hombres, también hay mujeres jóvenes, sin menopausia, etc.
    Y no creo que la falta de entendimiento sea por eso, más bien es por creer o o creer en la fibromialgia.
    Otra cosa, es lo poco que miráis las revistas científicas los médicos map, y algunos especialistas, ya que, en 2023 un científico ha descubierto que la fibromialgia no es simpática, y que se puede deber a unos auto anticuerpos que atacan el organismo, y de hecho le dieron un premio muy importante por tal descubrimiento.
    Está publicado en el London collage.
    Por favor, + información y menos dejar a los enfermos/as como locas y locos, que se inventan enfermedades!
    Gracias.

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    • Pilar

      Hola me podías enviar el artículo. Te lo agradecerua

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  2. Maripi

    Fibromialgia: pacientes que insisten en solicitar licencia médica(reposo), policonsultantes , ni los especialistas quieren atenderles, por eso debería ser 100% una patología psiquiátrica , los reumatologos tienen un universo de pacientes con enfermedades complejas y Reales.

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    • Dr. Javier Rivera

      Estimada Maripi:
      Es cierto que los reumatólogos tratamos enfermedades reales y complejas que habitualmente constituyen un reto a nuestra capacidad como profesionales. Por ello, orientar bien una enfermedad compleja como la fibromialgia se encuentra claramente dentro de nuestras capacidades y por tanto no deberíamos desestimar a estos pacientes. Por cierto, una enfermedad es tanto más compleja cuanto menor grado de conocimiento tenemos sobre ella y, en el caso de la fibromialgia, el desconocimiento profesional es muy importante y la solución está al alcance de cualquiera que esté interesado.
      En cuanto a que se trate de una enfermedad psiquiátrica 100%, ojalá fuera tan sencillo clasificarla de esta manera tan simple. Cada día hay más datos sobre los mecanismos patogénicos involucrados en esta enfermedad, desde procesos inflamatorios hasta procesos autoinmunes pasando por la etiología infecciosa. Probablemente la fibromialgia debería ser tratada por diferentes especialidades dependiendo del contexto en el que se origina.
      Efectivamente, los pacientes acuden a varias consultas, como dices, pero la razón es porque nadie les da una explicación satisfactoria de lo que les está ocurriendo. Si así fuera, los pacientes no perderían su tiempo y su dinero (muchas veces) en busca de esta explicación.

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