Las dificultades con las que se enfrenta una persona con fibromialgia son bien conocidas por la mayorĆa de los pacientes. Abarcan desde el reconocimiento de las propias manifestaciones clĆnicas de su enfermedad, pasando por las dificultades para conseguir una mejorĆa de los sĆntomas o aliviar las consecuencias sobre sus vidas, hasta la incomprensión e incredulidad de las personas que les rodean, incluyendo a los sanitarios que les tratan (de esto Ćŗltimo hablaremos próximamente).
Ante tantas dificultades, es imprescindible que el paciente disponga del mejor conocimiento posible sobre su situación y sepa lo que se puede conseguir, lo que no debe hacerse, los recursos disponibles, etc. Es decir, debe tener la mejor información posible sobre cómo manejar su enfermedad.
Desde el nacimiento de este blog hace casi 3 aƱos, el objetivo principal que he perseguido siempre ha sido este: que las personas con fibromialgia conozcan bien su enfermedad y dispongan de las mejores opciones para enfrentarse a la fibromialgia.
Recientemente, en la Sociedad EspaƱola de ReumatologĆa hemos realizado una profunda investigación de las publicaciones cientĆficas para ver si el conocimiento que los pacientes tienen de la fibromialgia es capaz de mejorar su situación.
Los resultados han sido muy esclarecedores y nos permiten asegurar que la información y la educación de las personas con fibromialgia es imprescindible para una mejor evolución de su enfermedad.
En primer lugar, los diferentes estudios analizados demuestran que los pacientes bien informados mejoran el dolor, la calidad de vida, el impacto global de la enfermedad sobre sus vidas, la ansiedad, y el automanejo de la enfermedad. Es de destacar que solo con conocer bien la enfermedad se puede conseguir ya una mejorĆa. AdemĆ”s, este tipo de terapia carece de efectos secundarios.
Educar a los pacientes no consiste solo en entregarles en la consulta un folleto explicativo o un decĆ”logo con las principales cosas que deben hacer. La educación del paciente debe contener programas de educación que contengan información sobre neurofisiologĆa del dolor, afrontamiento, relajación y autogestión de la enfermedad.
Como se puede comprender, esto requiere varias horas de curso que permitan explicar detalladamente las diversas formas de conseguir un beneficio terapƩutico y responder a las dudas que se les pueden plantear a los pacientes.
Siendo realistas, esto no se va a poder realizar en los centros sanitarios por razones que todos conocemos. Sin embargo, en los centros de las asociaciones de pacientes se podrĆa ofrecer esta información con mucha menos dificultad.
Los educadores deben ser personas entrenadas para este fin o profesionales como médicos, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, etc., con experiencia en los diferentes temas que comprenden este tipo de educación.
Por último, no se aconseja que este tipo de educación sea dirigida por pacientes, a no ser que se trate de un paciente experto entrenado. Por ejemplo, por los estudios que existen en la literatura médica sabemos que las actividades realizadas en los grupos de autoayuda no deben limitarse a reuniones donde se expongan las vivencias frustrantes que puede tener cada paciente con respecto a su enfermedad. En mi experiencia basada en lo que me transmiten los pacientes, esta prÔctica puede resultar contraproducente y alejar a la persona con fibromialgia del contacto con las asociaciones y de otros pacientes con su misma enfermedad.
Como conclusión de este artĆculo, la educación e información de las personas con fibromialgia debe ser una parte imprescindible del tratamiento multidisciplinar que deben recibir estos pacientes, junto con la terapia fĆsica, la psicológica y algunos fĆ”rmacos.
Por cierto, la información de los familiares de las personas con fibromialgia debe formar parte también de este proceso de educación.
Las recomendaciones completas que hace la Sociedad EspaƱola de ReumatologĆa pueden verse aquĆ.
Muy bueno comentario yo x los sĆntomas y estudio gue me estĆ”n realizando puedo llegar a tener esta enfermedad
Agradecidos por su artĆculo y las recomendaciones de la SER.
Me gustarĆa conocer su opinión sobre 2 puntos que le expongo a continuación:
1. Hay algunos mĆ©dicos expertos en FM, que tienen sus dudas en denominar a la enfermedad FM, consideran que es un diagnóstico para no seguir buscando que estĆ” pasando en el organismo y provocando el dolor crónico. En cada paciente se manifiesta de una manera diferente y los sĆntomas pueden ser diferentes, parece que en muchos pacientes sus dolores venĆan provocados por ciertas intolerancias. Por tanto, esto significa que es posible que no haya que resignarse a vivir con dolor, que en algunos casos puede ser insoportable y pueden tener una causa y una solución.
2.Nuestra experiencia es que en la Seg. .Social hay pocos medicos preparados para ocuparse de pacientes con dolor crónico y se dedican a polimedicar sin que realmente ayude al paciente y los reumatólogos se desentienden dejando en manos de los médicos de atención primaria que no estÔn preparados su seguimiento.
Muchas gracias
Un saludo
El diagnóstico de fibromialgia se basa en los sĆntomas que presenta el paciente. Los anĆ”lisis y otras pruebas solo hay que hacerlos cuando se sospecha otra enfermedad.
En un paciente diagnosticado de fibromialgia no tiene sentido hacer exploraciones para ver si se encuentra algo por dos razones: la primera, es porque no hay ningún anÔlisis que pueda confirmar el diagnóstico y teóricamente no se va a encontrar nada alterado.
La segunda, es porque en el caso de que se encontrara alguna alteración, Ć©sta no explicarĆa los sĆntomas del paciente y solo estarĆa justificado haber solicitado la prueba si anteriormente hubiera habido una sospecha bien fundamentada.
Con respecto a si los médicos de atención primaria estÔn capacitados para tratar a los pacientes con fibromialgia, creo que actualmente sà lo estÔn. Si tienen alguna deficiencia, es de tiempo para dedicarles a los pacientes con fibromialgia, ya que necesitan mÔs tiempo que otro tipo de consultas.