Es un término que se utiliza con frecuencia a la hora de valorar la eficacia de un fármaco o cualquier otra medida terapéutica. Conviene explicar su significado porque lo vamos a encontrar muchas veces y además resulta útil para hacer una evaluación correcta de cualquier tratamiento.
Cuando se dice que existe evidencia científica queremos decir que hay trabajos publicados en la literatura médica sobre la eficacia de una medida terapéutica. Por ejemplo: “existe evidencia científica de que la amitriptilina mejora el sueño” o bien “no existe evidencia de que las benzodiacepinas mejoren la situación general del paciente”. Es decir, existen publicaciones que muestran que la amitriptilina es eficaz en la mejoría del sueño, y en el segundo ejemplo de las benzodiacepinas, también existen publicaciones, aunque en este caso demuestran que no mejoran la situación general.
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