Aunque el mareo es un síntoma muy frecuente entre las personas con fibromialgia, existe mucha confusión con este síntoma.
Además del mareo propiamente dicho, otras situaciones como vértigos, hipotensión, confusión mental o inestabilidad son descritas frecuentemente por los pacientes como mareos. Sin embargo, son síntomas diferentes que tienen un origen distinto y, sobre todo, un tratamiento diferente.
En mi caso, antes del bloqueo epidural de cervicales,me mareaba al girarme en la cama. Después de la intervención tuve un empeoramiento y me ingresaron tres dias.Un médico me habló de virus y posible meningitis y el que me hizo la intervención también de virus y posible fibromiálgia.
Antes de la intervención tuve mareos con taquicardia y sudoración. Aún me ocurre y voy con abanico siempre. El dolor de cervicales me provoca mareos sobretodo por el dolor. El dolor me agota. Me pasa de la nuca a la cabeza, ojos y frente. No puedo mirar pantallas ni ver luz. Permanezco quieta sin moverme. Cualquier movimiento por pequeño que sea me hace estar peor. Rigidez. Dolor de manos, brazos, codos.
El dolor de lumbares a veces es peor. Porque es más incisivo. Si camino más de lo que puedo el nervio ciatico lo noto hasta el pie.
Mareo de dolor, vertigo bajando escaleras a veces.Mareo por la mañana, neblina y mucho dolor…mi vida es aceptacion constante para no deprimirme más. Cansada de tanta desconfianza…Soy un saco de sintomas. La disnea que tengo es por un soplo cardiaco con insuficiència cardiaca extructural y estenosis…Notaba molestias en el pecho y no era solo la ansiedad…Las plantillas del podologo me han ayudado a caminar mejor Además del bloqueo epidural de lumbares que me hicieron antes del de cervicales…Los ojos, a veces, no puedo enfocar bien. Sobretodo después de un brote. Eso también me marea…Mucha paciencia…
Mi mareo y falta de equilibrio se deben, entre otras causas, a la hipotensión esencial, la visión borrosa a causa de pterigios y sequedad ocular y una pérdida auditiva del 60% en el oído derecho, además de por un espantoso dolor producido por Neuromas de Morton bilaterales, que se me reprodujeron varios años después de haber sido operada de ellos, mientras estaba en la creencia de que no volvería a sufrirlos. Por añadidura, la escoliosis dorso lumbar y la incipiente cifosis tampoco ayudan a mantener mi equilibrio y cuando la hemicránea se presenta «en todo su esplendor», me es imposible ponerme en pié y lo único a lo que puedo aspirar es a permanecer sentada en mi butaca con los ojos a medio cerrar (por cierto, no puedo dormir en mi cama por culpa de la hernia de hiato y voy «descabezando siestitas» de 10 o 15 minutos cada 4 o 5 horas a lo largo del día y la noche, acomodada en mi butaca, que es cama y refugio a la vez, para intentar un sosiego al dolor que no cesa).
Recuerdo que los primeros latigazos de dolor me aparecieron cuando tenía alrededor de 7 años de edad, después de haber estado hospitalizada durante 13 meses a la edad de 6 años, por una deshidratación severa en 1952. En aquel entonces comenzaron los dolores por todo mi cuerpo y los desmayos cuando me tocaban en los puntos dolorosos (los que percibía como si me quemasen con un hierro incandescente).
Tardaron una eternidad en diagnosticarme de Fibromialgia, hecho que se produjo en 1994, después de «toda una vida» pasando de un especialista a otro, sin soluciones y sobre dosificada con medicación inútil recetada «con la mejor voluntad» pero «sin el menor acierto».
En la actualidad tengo 73 años y hace más de 18 años que estoy completamente inútil. No puedo salir de casa ni puedo estar de pié más de 10 minutos contados con el reloj en mano.
En fin, que no sé si alguna vez descubrirán alguna solución para todo lo que los aquejados de Fibromialgia tenemos que soportar. Yo la llevo con toda resignación, ejercitando mucho la paciencia y con la firme voluntad de no quejarme y permanecer en un silencio auto impuesto para no agobiar ni exasperar a los que me rodean y no entienden lo que me sucede.
Pobre nos dijeron que no gritemos si duele todo el alma en silencio aguantar pero por qué sufrir tanto siento que no merezco